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martes, 24 de noviembre de 2020

Blue Period #5

 ¡Buenas tardes, minna!

Pues continuamos con una de las sagas que más atrapado me tienen últimamente. Se trata del quinto manga de Blue Period, una historia de superación, de la búsqueda de los sueños y de cómo la percepción de la sociedad puede influir en la forma de ser de uno mismo. ¡Comenzamos!


Título: Blue Period
Saga: Blue Period #5
Guión: Tsubasa Yamaguchi
Traducción: Jesús Espí
Dibujo: Tsubasa Yamaguchi
Editorial: Milky Way Ediciones
Género: Slice of Life / Seinen
Páginas: 192
ISBN: 978-84-18222-42-9
Precio: 8,50 €

A pesar del contratiempo que supone que se le rompa el espejo que usa para pintar el autorretrato, Yatora logra superar la criba del primer examen. Sin embargo, saber que Ryûji no se va a presentar al segundo le descoloca...

De acuerdo, vamos con la historia. Yatora consigue terminar el primer examen de ingreso para la Gedai, la universidad de Bellas Artes, a pesar de que, durante la prueba, se le rompe el espejo que ha de usar para el autorretrato. Hasta dentro de tres días no sabrá si ha pasado. Y, en el caso de que sí, el segundo examen tendrá lugar ocho días después.

Mientras se mentaliza para el segundo reto, que se basa en un cuaderno de bocetos y en un dibujo a óleo, Yatora descubre que Yuka abandonó el primer examen de Pintura Japonesa tras dibujar una enorm X en su lienzo.

Aunque los dos chicos nunca han sido amigos, una declaración por parte de Yuka le hace ver un nuevo defecto sobre sí mismo, una preocupación que no le deja pensar en el siguiente examen. Con el fin de quedarse tranquilo, y de ser mejor amigo, Yatora decide dar un paso al frente y lanzarse a la aventura junto a Yuka, que está pasando una mala época con su familia.

Y esa es más o menos la trama de este tomo. Yatora consigue encontrar una solución cuando el espejo para el primer examen se rompe. Tras salir contento de la prueba, decide centrarse en el siguiente, aún sin saber si ha aprobado o no, pero la profesora Ooba tiene otros planes. A tres días de saber los resultados, lleva a todos los alumnos a una exposición de prehistoria.

Cuando finalmente llega el día de los resultados, en la academia solo quedan Yatora, Kuwana y Hashida. El siguiente examen es en cinco días y los tres estudiantes deberán preparar un cuaderno de bocetos y pensar en el dibujo a óleo que van a realizar. Yatora, que nunca ha sabido manejarse con los colores, pide consejo a Ooba. Sin embargo, durante su conversación surge el tema de Yuka, el cual no aprobó el examen.

Aunque al principio Yatora no le da importancia, cuando una amiga de Yuka le cuenta que dibujó una X enorme en el lienzo antes de irse, el chico decide investigar. Lo que menos espera es encontrarse a su compañero en la calle y darse cuenta de que actúa de una forma más femenina y distante. Incapaz de quitárselo de la cabeza, Yatora le llama para ver si necesita algo. Sin embargo, la conversación termina mal cuando Yuka le deja claro que, en el caso de que se estuviese ahogando, Yatora nunca se lanzaría al agua sin el equipo de salvamento, una metáfora para echarle en cara que siempre es socialmente correcto pero que nunca empatiza.

A solo tres días de la segunda prueba, Yatora decide actuar. Acompañado de un atormentado Yuka, que acaba de escaparse de casa después de que su padre tirase todos sus objetos de valor a la basura, los dos chicos cogen un tren que les lleve cerca del mar, mientras se ayudan mutuamente a comprenderse y a valorar sus puntos fuertes.

En este tomo al fin profundizamos en la historia de Yuka. El chico, que hasta el momento se vestía de chica pero no forzaba su personalidad, se ha vuelto más femenino y desafiante. En casa, la única que le apoya es su abuela, la que le hizo decantarse por la Pintura Japonesa a pesar de no ser su gusto. Sus padres, que no le aceptan como es, no dejan de exigirle que se vuelva "normal", llegando a tirar todo lo que hay en su cuarto. El chico, desesperado, llega incluso a trabajar como chica de compañía para que le traten como una chica.

Cuando estalla contra Yatora, lo que menos espera es que, unos días después, el chico aparezca para "saltar al agua sin salvavidas" por él. Juntos hacen una pequeña escapada a la costa, donde se atreven a hablar de sus miedos y de cómo a veces su percepción de lo "correcto" dista de la de otros. Gracias a esto, ambos aprenden a verse a sí mismos, con perfecciones y fallos, algo que les ayudará a afrontar los desafíos que se acercan.

Y eso os contaré. La verdad es que el final, justo la última escena, deja un toque de tensión bastante aterrador. Yatora, que desde el comienzo de los exámenes tiene una urticaria en el brazo, va a sufrir las consecuencias de no cuidarse y centrarse solo en prepararse. A ver cómo nos continúa la escena el próximo tomo. ¡Nos vemos!


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