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viernes, 20 de septiembre de 2019

Black Torch #1

¡Buenas tardes, minna!

Hoy vengo con un manga que compré cuando estaba de oferta (por ser el primer tomo, estaba a 4 €) y me interesó desde que conocí la portada. Soy tan "listo" que estuve semanas llamándolo "Black Touch", pero bueno, ya aprendí jajaja. ¡Vamos allá!


Título: Black Torch
Saga: Black Torch #1
Guión: Tsuyoshi Takaki
Traducción: Adrià Saborido
Dibujo: Tsuyoshi Takaki
Editorial: Norma Editorial
Género: Shonen
Páginas: 192
ISBN: 978-84-679-3597-4
Precio: 4,00 € (primera edición)

Los mononoke son espíritus que viven eternamente.
Jirô, un joven descendiente de ninjas que es capaz de hablar con los animales y que ha sido criado por su abuelo, se encuentra a un gato negro muy malherido en el bosque que dice ser un mononoke y responde al nombre de Ragô.
Un día, Jirô intenta proteger al gato de un evidente enemigo, ¡pero su pecho es atravesado de lado a lado...!

De acuerdo, empezamos con la historia. Jirô es un chico capaz de hablar con los animales y se ha criado desde pequeño con su abuelo. Como buen descendiente de una prestigiosa familia de ninjas, el chico sabe defenderse y utilizar distintas técnicas de combate. Un día, un cuervo le pide ayuda: ha encontrado un gato negro malherido en el bosque detrás de su casa.

Cuando el gato, que dice llamarse Ragô, descubre que Jirô puede entenderle, le deja claro que no es un simple gato, sino un Mononoke; criaturas demoníacas que viven entre los humanos y se alimentan de ellos. Sin embargo, el gato está muy débil y, cuando intenta marcharse a hurtadillas, el chico le pilla.

En ese momento, un invitado inesperado aparece en el patio de la casa, con intención de acabar con Ragô. Jirô, que no puede quedarse de brazos cruzados, ataca al ser, que termina atravesándole con un dedo de lado a lado. Ragô, que se siente en deuda con el joven, decide fusionarse con él para que no muera, sin saber todos los peligros que les esperan.

Y esa es la historia. Desde el principio nos presentan a Jirô, un chico que siempre está buscando problemas y que es capaz de hablar con los animales. Aunque de primeras parece un matón, casi todos sus enfrentamientos tienen lugar al intentar proteger a un animal o si otros chicos están molestando a sus "amigos". Su abuelo, que no tolera que el chico desprestigie el linaje, siempre le muele a palos para que aprenda.

Un día, un cuervo al que había ayudado aparece en su casa y le pide que le siga. Cuando se adentran en el bosque cercano a su casa, Jirô encuentra un gato negro malherido y se lleva a casa. Al despertar, el gato trata de estúpido al chico, que le pregunta si está bien. En cuanto le insulta, Jirô responde con el mismo tono, demostrando que le ha entendido perfectamente.

El gato se presenta como Ragô, un mononoke. Este término hace referencia a criaturas del plano oculto, algo así como demonios, que habitan entre los humanos y se alimentan de ellos. Ragô ha estado dormido durante siglos dentro de una prisión, pero ha conseguido escapar. Además, un grupo de mononokes se están confabulando para una especie de ataque. Cuando Ragô fue despertado y se negó a ayudarles, le atacaron.

Más tardes, cuando Ragô intenta marcharse con sigilo, Jirô le pilla en el patio de la casa. Mientras hablan, un extraño aparece, reclamando al gato. Este huye, intentando alejar a su enemigo del chico, pero este les sigue al interior del bosque, donde descubre que el extraño, que tiene apariencia humana, se convierte en un monstruoso mononoke. Al intentar salvar a Ragô, Jirô termina con una de las inmensas pezuñas del ser atravesándole de lado a lado.

Ragô, que se siente en deuda con Jirô, decide fusionarse con él en vez de devorarle, haciendo que el chico se sane al momento y adquiera un gran poder con el que destroza al monstruo. Sin embargo, al poco aparecen varias personas armadas, que se presentan como las fuerzas secretas, para proceder a la detención de los dos compañeros.

Como veis, la historia, aunque original, tiene los toques de un Shonen típico. Un chico "normal" conoce a un ser sobrenatural, sus destinos quedan ligados y comienzan las aventuras. En este caso, Ragô habita dentro de Jirô, pese a que puede aparecerse físicamente a poca distancia del chico. Al igual que Ragô, que porta el dibujo parecía a un sol negro y blanco, Jirô tiene el mismo dibujo donde estaba antes la herida que casi le mata.

Por otro lado, tenemos a dos protagonistas con personalidades realmente bordes. Los dos son cortantes, siempre insultando o menospreciando al otro. Sin embargo, se forma cierta camaradería tras ese primer combate juntos, por lo que se pelean pero tampoco se sienten ofendidos por los insultos del otro (al menos no de forma seria). Jirô, que ya sabía artes marciales ninjas, ahora cuenta con el poder de Ragô.

Como ya he comentado, el manga sigue los patrones de un Shonen, pero el dibujo se acerca bastante a un Seinen debido a la brutalidad de algunas escenas. Hay sangre, aunque no es gratuita; tiene su momento clave. Las peleas me han sorprendido porque están muy bien dibujadas, con movimientos sencillos y muy fáciles de seguir. El efecto de la oscuridad alrededor de Ragô, además, tiene un estilo precioso y muy bien hecho.

En resumen, es una historia que me ha gustado bastante. Promete mucho, por lo que espero que no me defraude, pero este primer tomo es una introducción perfecta, con su dosis de información y acción a partes iguales. Pronto compraré el segundo, porque me ha impresionado. ¡Nos vemos!


Nota: 6/6


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