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martes, 18 de diciembre de 2018

Tragones y Mazmorras #1

¡Buenas tardes, minna!

Hace poco me compré este manga y no tenía muy claro si me iba a gustar o no. Cuando decidí darle una oportunidad, me sorprendió porque me he reído mucho y, aunque la trama como tal es sencilla, es muy original. Os cuento un poco más en la reseña. ¡Vamos allá!


Título: Tragones y Mazmorras
Saga: Tragones y mMzmorras #1
Guión: Ryôko Kui
Traducción: Marc Bernabé
Dibujo: Ryôko Kui
Editorial: Milky Way Ediciones
Género: Shonen
Páginas: 192
ISBN: 978-84-16960-26-2
Precio: 8,50 €

Después de que su hermana fuera devorada por un dragón y habiendo perdido todas sus provisiones, Laios y su equipo están decididos a salvar a Farin antes de que sea digerida por la gran bestia. Es así como conocen a un singular enano que los introducirá al mundo gastronómico de las mazmorras: delicias elaboradas a partir de la carne de murciélagos gigantes, hongos caminantes y mandrágoras chillonas.

Comenzamos la historia con una pequeña introducción de cómo aparecieron las mazmorras. En un villorio (cuyo nombre no dicen) se encontraron unas catacumbas tras un fuerte movimiento de tierra. De ellas salió un hombre que se presentó como el rey de la nación dorada, una nación maldita por un hechicero y enterrada siglos atrás. El que derrotase al hechicero se podría quedar con todas las riquezas. Y con eso, el hombre desapareció.

Desde entonces, muchísimos exploradores entran cada día en las mazmorras, enfrentándose a multitud de monstruos y descendiendo por los niveles en busca del hechicero. Laios y su gremio son parte de estos aventureros. Durante uno de sus descensos, se encuentran con un dragón. Para colmo, el hambre les debilita, por lo que, antes de ser devorada, la hermana de Laios, Farin, lanza un hechizo que saca a todos de la mazmorra menos a ella.

Sin dinero, víveres y con solo tres miembros fieles al grupo, Laios y sus dos compañeros deciden entrar en la mazmorra con una idea en mente: deberán comerse a los monstruos porque no tienen dinero para víveres y tienen prisa en recuperar a su hermana. En ese momento conocen a Senshi, un enano experto en la gastronomía de las mazmorras. Juntos aprenderán los diferentes platos y utilidades de los monstruos mientras se aproximan poco a poco a Farin.

Y esa es la historia. Al principio nos encontramos en la típica situación de mazmorras llenas de monstruos y muchos aventureros listos para ir descendiendo por ellas para hacerse con el tesoro. El grupo de Laios hace lo mismo. Sin embargo, durante una batalla contra un dragón todos caen rendidos por el hambre. En el último momento, Farin lanza un hechizo desde las fauces del dragón y teletransporta a sus compañeros, sacrificándose por el equipo.

Cuando Laios despierta, dos de sus compañeras dimiten y solo quedan tres: el propio Laios, la elfa Marcille y el mediano Chilchack. Juntos entrarán de nuevo en las mazmorras, sin dinero y sin víveres, sin poder hacer otra cosa que no sea uno de los sueños de Laios: saborear los manjares que se pueden hacer con los monstruos que moran en el interior. Además, el objetivo es recuperar el cuerpo de Farin y resucitarlo. Este aspecto me llamó la atención por el hecho de que los aventureros, cuando mueren, son recuperados por equipos especializados y después son resucitados.

Durante su primera experiencia cocinando una seta andante conocen a Senshi, un enano que es un experto cocinando monstruos. Mientras que Laios está emocionado aprendiendo y probando la comida, Chilchack lo come con cuidado y Marcille se niega. Sin embargo, la falta de comida hace que la chica tenga que resignarse, quejándose todo el rato pese a saber que lo que cocinan está rico.

Cada capítulo se centra en un plato distinto, elaborado con monstruos diferentes. Aunque al principio el único que quiere comer monstruos es Laios, vemos que los otros dos poco a poco van cediendo. Marcille siempre pone mala cara y lo pasa mal mientras cazan al monstruo y lo cocinan; Chilchack, por otro lado, solo se queja cuando usan las trampas de la mazmorra para cocinar, ya que él es el experto en trampas y cerraduras y nunca las había visto como algo práctico.

Es un Shonen lleno de humor, en el que mezclamos cierta dosis de aventuras con la recopilación de un bestiario culinario. La que peores caras pone es Marcille, que pasa por distintos estados: asco, resignación, trauma, vacío emocional... llenando las páginas de expresiones realmente graciosas. También Chilchack tiene su momento cuando Senshi le hace desmontar una trampa para usarla como instrumento de cocina. Conoceremos monstruos como las mandrágoras, las setas andantes, las plantas devorahombres y muchos monstruos típicos en este tipo de historias de mazmorras.

Y eso os contaré. Es una historia que me ha sacado sonrisas con cada escena graciosa. Además la trama está muy bien explicada, con el origen del laberinto, los niveles, los monstruos, el hecho de resucitar... Es increíble. Aunque la trama no avanza gran cosa, pasan muchas cosas y no se hace nada lento. Espero poder comprar el siguiente pronto, porque me ha encantado.


Nota: 6/6


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