¡Buenas tardes, minna!
Como prometí, he decidido retomar Btooom! e ir avanzando poco a poco en la saga, ya que tengo los primeros veinte tomos y hay que leerlos jajaja. Este manga me ha sorprendido bastante, sobre todo después de cómo nos deja el anterior. ¡Vamos allá!
Título: Btooom!
Saga: Btooom! #8
Guión: Junya Inoue
Traducción: Nathalia Ferreyra
Dibujo: Junya Inoue
Editorial: Ivrea
Género: Seinen
Páginas: 192
ISBN: 978-84-16243-03-7
Precio: 8,00 €
Ryouta y Himiko se las van apañando para sobrevivir en "Btooom!", un juego en el que los participantes deben matarse unos a otros mediante bombas para poder volver a casa. Ambos jugaban a la versión virtual del mismo. Poco a poco van descubriendo los secretos que encierra la isla. Tras escapar por los pelos de una muerte segura, se apresuran en regresar con su otro compañero, Kiyoshi Taira, pero descubren que las graves heridas que ha sufrido y el estrés psicológico al que ha sido sometido, han terminado por afectar su juicio...
De acuerdo, retomamos la historia. Ryouta y Himiko han regresado al hospital abandonado donde estaba Murasaki, la superviviente del juego anterior. Lo que el chico no sabe es que Date le tenderá una trampa de la que sobrevivirá a duras penas. El médico, que pensaba que había ganado, se ve arrinconado y con un cuchillo en el cuello.
Con las medicinas ya listas, Himiko y Ryouta regresan junto a Taira, que se muestra irascible y asustadizo. Mientras los dos jóvenes deciden buscar entre los cuerpos de otras víctimas, el hombre comienza a sufrir delirios sobre su hijo y su mujer, que le empujan a atacar a sus compañeros.
Cuando regresan a su base, lo que Ryouta y Himiko no esperan es ser atacados por las BIMs de rastreo, las cuales solo posee Taira. Comenzará un enfrentamiento entre los dos bandos para reunir los ocho chips que tienen en total. Mientras tanto, los recuerdos y el presente se mezclan en la mente de todos.
Y esa es más o menos la historia. El tomo anterior termina con Date arrinconando a Himiko, dando por hecho que Ryouta ha muerto en la explosión. Sin embargo, el chico aparece de la nada, a salvo gracias a sus rápidos reflejos. Sin poder usar sus BIMs, el médico termina malherido y bajo el cuidado de Murasaki, que no se ve capaz de matarlo.
Cuando los dos jóvenes regresan a su base, Taira se ha comido gran parte de las reservas y parece sufrir delirios. Tras curarle la mano y marcharse para tratar de encontrar más chips, el hombre tiene una visión de su hijo y sale al exterior, donde la niebla se está extendiendo. En ese momento, la aparición de su hijo y de su mujer le obligan a hacer algo que no quiere: desconfiar de sus dos compañeros y darse cuenta de que, si los mata, tendrá los ocho chips necesarios para escapar.
Mientras tanto, Ryouta y Himiko van rastreando a sus antiguos enemigos en busca de sus chips, pero no hay nada. Ryouta empieza a pensar en su familia, cómo su padre siempre se mostró lejano y el motivo por el cual el chico decidió no confiar en los adultos. Al no encontrar chips, la idea surge rápidamente: solo Taira sabía dónde estaban.
El regreso a la base viene acompañado de una sorpresa: una BIMs de rastreo, de las que posee Taira, se acerca a Ryouta le hiere. En ese momento, comienza un nuevo enfrentamiento con quien era su amigo, aunque los dos jóvenes tratarán de hacerle ver que no vale la pena luchar.
Al fin tenemos un tomo que nos habla de por qué Ryouta es así. Su padre era un trabajador nato que ignoraba a su familia, por lo que el chico se fue encerrando en sí mismo. Cuando sus padres se divorcian y llega su padrastro, Ryouta ya siente un odio y una desconfianza profundos hacia los adultos en general. Taira, el primer adulto en el que decide confiar, también se ha visto alejado justo cuando más ayuda necesitaba. Eso lleva al chico a sentirse culpable.
Es un tomo más de flashbacks, porque conocemos ese pasado de Ryouta y también obtenemos información sobre el pasado de Taira. El hombre era un padre normal, cuyo hijo solía sufrir acoso en el colegio y llegaba llorando a casa. En vez de consolarle, le metía aún más presión, a diferencia de la madre. Su desesperación también se ve alimentada por la culpabilidad y la necesidad de regresar con su hijo.
Y eso os contaré. La historia aún tiene mucho por delante, pero de momento es bastante interesante. Me ha gustado conocer más a Ryouta, así que ahora espero saber más sobre Himiko, además del motivo por el que acabó en la isla. Ya lo veremos pronto, o eso debería pasar jajaja. ¡Nos vemos!
Nota: 5/6
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