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miércoles, 2 de octubre de 2019

Given #1

¡Buenas tardes, minna!

Given siempre ha sido una historia conocida desde hace tiempo, pero nunca me había dado por investigar o tratar de leerla online. Cuando se anunció que iba a salir en España, mi novio y dos amigas se emocionaron muchísimo (y yo también, lo admito), por lo que cogimos la preventa para tenerlo en cuanto saliera. Y aquí vengo con su reseña. ¡Comenzamos!


Título: Given
Saga: Given #1
Guión: Natsuki Kizu
Traducción: Judit Moreno
Dibujo: Natsuki Kizu
Editorial: Milky Way Ediciones
Género: Yaoi / Slice of Life
Páginas: 194
ISBN: 978-84-17820-26-8
Precio: 8,50 €

"Se me clava en lo más profundo y soy incapaz de arrancarla.
La voz de Mafuyu es un arma letal que conduce a la locura."

Justo cuando está empezando a hastiarse de la guitarra y el baloncesto que tanto adoraba, Uenoyama se encuentra con Mafuyu, que está abrazado a una guitarra estropeada. Después de arreglársela, no puede evitar sentir cierta simpatía hacia él. Entonces le oye cantar... y su voz se le clava en lo más hondo del alma...

De acuerdo, comenzamos con la historia. Uenoyama es un chico que ha adorado la música desde que su padre le regaló una de sus guitarras. Sin embargo, cuando deja de encontrar nuevos retos, se aburre rápidamente. Y lo mismo le está pasando con el baloncesto. Un día, encuentra un lugar perfecto para echar la siesta y se dirige allí, cuando descubre que alguien también se ha dado cuenta de ese sitio.

En ese momento conoce a Mafuyu, un joven de expresión distraída y abrazado a una guitarra con una cuerda rota. Incapaz de ver cómo un instrumento tan bueno no recibe los cuidados adecuados, Uenoyama la arregla y, cuando se va a ir, Mafuyu le pide que le enseñe a tocarla. Aunque al principio se niega a cuidar de un extraño, pronto Uenoyama comienza a sentir cierta simpatía por Mafuyu y le presenta a su banda.

Mientras Mafuyu empieza a incorporarse lentamente al grupo, Uenoyama descubre poco a poco cosas sobre el pasado de su nuevo compañero; cosas que le harán dudar y tener miedo de ahondar más en el pasado de Mafuyu y su guitarra. Sin embargo, los acontecimientos se precipitarán cuando Mafuyu se sincera y Uenoyama le da nombre a lo que siente.

Y esa es más o menos la historia de este tomo. Comenzamos conociendo a Uenoyama (dejadme llamarle Ueno), un chico un poco pasota que es bueno tocando la guitarra y al baloncesto. Es capaz de memorizar melodías y reproducirlas con su instrumento, por lo que rápidamente se está cansando de todo y no sabe qué hacer con su vida. Un día, de camino al un sitio que ha descubierto para echar la siesta, encuentra a Mafuyu, un chico con mirada distraida y abrazado a una guitarra bastante buena pero con una cuerda rota.

Incapaz de dejar así el instrumento, y pese a que el otro chico parece no saber hablar, solo gesticular, Ueno arregla la cuerda rota y afina la guitarra, sorprendiendo a Mafuyu. Antes de irse, este al fin habla y le pide que le enseñe a tocar, pero Ueno le rechaza y le aconseja apuntarse al club de música. Lo que no espera es volver a encontrar a Mafuyu y que este le siga pidiendo que le enseñe. Al final, termina cediendo y le invita a escuchar a su banda, formada por el mismo Ueno, por Haruki (el bajista) y Akihiko (el batería).

Rápidamente Mafuyu es aceptado y aprende rápido. Sin embargo, lo que hace que el interior de Ueno se estremezca es la voz del chico, que le canta una melodía en el pasillo de forma natural. Desde ese momento, Ueno se siente más unido a Mafuyu, un chico que sigue siendo un completo misterio. Cuando alguien de su pasado aparece, Ueno no quiere creer lo que escucha sobre su nuevo amigo, por lo que las dudas y el miedo le invaden. Cuando el mismo Mafuyu se sincera y le da una leve pista sobre su pasado, Ueno descubre qué es lo que siente.

La verdad es que el grupo de protagonistas es muy variopinto, pero me gusta. El primero en aparecer es Ueno, un chico con aires de malote pero con un gran sentido protector hacia sus seres queridos. Aunque tiene pinta de ir siempre a su bola, en la banda está atento a todos y nunca se deja llevar en solitario (aunque pueda hacerlo por su talento). El segundo en aparecer es Mafuyu, del que menos sabemos. Es un chico con un triste pasado, pero siempre tiene la misma expresión distraída. Llegado un momento, él mismo admite no saber gestionar sus sentimientos como una persona normal. Se le compara constantemente con un pomerania (raza de perro).

Los otros dos integrantes aparecen a la vez. Akihiko es el típico chico con piercings y aire agresivo, pero realmente es muy observador y tiene un gran corazón. Es el primero que anima a Ueno a enseñar a Mafuyu y sigue los pasos de la relación entre los dos chicos. Por otro lado, tenemos a Karuki, el más bohemio de todos. Es un chico un poco inocente, pese a ser el mayor de los cuatro, y es todo bondad. Está claro que siente algo por Akihiko, pero no se atreve a decir nada y lo pasa mal cuando le ve con alguna chica.

Si os digo la verdad, es dibujo me resulta familiar, como su surgiera de unir muchos mangas. Los protas a veces me recuerdan a los de Yarichin Club (en tema de diseño). Y Ueno me recuerda mucho a Kagami (Kuroko no Basket). Todos tienen un diseño bastante realista, con muchas expresiones exageradas en los momentos graciosos. Entre capítulos tenemos fichas de personaje, con detalles de su físico, edad, aficiones, tipo de música... Un poco de todo. Toda la historia tiene un aire melancólico, no sé por qué.

En resumen, es una historia que me ha sorprendido muchísimo y que sé que tiene muchas sorpresas aún por llegar. Me han dicho que me prepare, porque tiene muchas cosas tristes, pero de primeras es un manga que me ha llegado al corazón. Además, ha salido hace poco el anime, que veré cuando lea la saga entera. ¡Nos vemos!



Nota: 6/6


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