¡Buenas tardes, Devoradores!
Por fin he podido hacerme con este manga. Llevo semanas yendo a la tienda con mi hermano (porque ambos necesitamos este tomo) y nunca lo hemos encontrado. Al final he decidido cogerlo en Amazon, porque, si no, no lo leía. ¡Vamos allá!
Título: Fairy Tail. 100 Years Quest
Saga: Fairy Tail. 100 Years Quest #2
Guión: Hiro Mashima
Traducción: Olinda Cordukes
Dibujo: Atsuo Ueda
Editorial: Norma Editorial
Género: Shonen
Páginas: 192
ISBN: 978-84-679-3834-0
Precio: 9,00 €
En el continente de Giltena, al norte de Ishgar, Natsu y compañía se encuentran con el dragón divino de agua, un ser bondadoso, preocupado por el descontrol de su poder. Para protegerle de los dragon eaters, que quieren su magia, Natsu y los demás libran un combate desesperado con ellos. Pero al dragón divino de agua ya le han robado su poder y la que está detrás de todo... ¡es una miembro nueva de Fairy Tail! Cuando su lado oculto sale a la luz, una catástrofe enorme se extiende sobre los dos continentes y cae sobre las hadas.
De acuerdo, retomemos la historia. Natsu y sus amigos han acudido al continente de (?) para realizar la misión de los 100 años. Siguiendo las indicaciones de Elefseria, el equipo se dirige a la ciudad de Elmina para acabar con el dragón divino del agua, que no resulta ser tan malo como pensaban.
Sin embargo, los verdaderos enemigos son los miembros del gremio Diabolos, formado por dragon eaters. Aunque en un principio Natsu y los demás caen ante los ataques de sus nuevos rivales, las tornas no tardan en cambiar. Sin embargo, el verdadero objetivo es descubrir dónde está el poder de Mercuphobia, así como averiguar una forma de sellarlo.
Mientras tanto, en Magnolia las cosas se han complicado. Jellal ha encontrado a Tôka, la maga blanca, pero Laxus le impide interrogarla. Lo que no espera es descubrir que existen dos identidades dentro de la chica, cuyo objetivo es llevar la blancura a todo el mundo. O lo que es lo mismo, arrasar la magia para que no quede nada.
Y esa es más o menos la historia. Este tomo comienza en el templo de Mercuphobia, el dragón divino del agua. Justo cuando Natsu y los demás descubren que el poder del dragón ha sido robado, aparecen los tres miembros de Diabolos: Kiria, Marmorl y Skullion, los dragon eater espada, armadura y ceniza. Aunque nuestros protas son fuertes, las técnicas de sus enemigos los superan. Natsu y Wendy terminan prisioneros, Gray sucumbre a la magia de ceniza, la fuerza de Erza es cortada y se vuelve una chica dócil y miedosa, y Lucy, Charle y Happy terminan heridos.
Sin embargo, el contraataque no tarda en llegar. A las pocas horas, Erza se libera de la hipnosis y ayuda a Wendy y a Natsu. Mientras tanto, una antigua aliada se cruza con Lucy y ayuda a Gray. Con todos listos para luchar, el combate comienza de nuevo a bordo del barco de Diabolos.
Jellal, mientras tanto, ha llegado a Magnolia rastreando a Tôka, la supuesta maga blanca que tiene el poder del dragón divino. Cuando se dispone a detenerla, Laxus aparece y se enfrenta a él, alegando que todo miembro de Fairy Tail ha de ser protegido. Cuando Tôka muestra más tarde una personalidad completamente distinta, Jellal y Gajeel intentan detenerla para descubrir la verdad detrás del gremio Liberius, magos que buscan llevar la blancura, la nada, al mundo robando magia a otros.
La verdad es que este segundo tomo ha estado cargado de acción. Me gusta cómo las técnicas del grupo empiezan a entrelazarse, como la magia de Wendy y las armas de Erza. Por otro lado, me ha hecho ilusión ver de nuevo a Brandish, una de las springgans de Zeref y aliada de Lucy. En el primer tomo, además, nos dejan caer la pista de que Levy está embarazada, aunque en este manga no se comenta nada más al respecto.
En temas de dibujo, me sigue sorprendiendo lo fiel que es Atsuo Ueda al diseño de Hiro Mashima. Las escenas de combate siguen estando muy bien dibujadas, así como los efectos mágicos y los escenarios. Tenemos pequeños flashbacks con el borde oscuro, una técnica utilizada habitualmente. También encontramos escenas con información de personajes de la saga principal, como Acuario o el resto de los spriggans de Zeref.
Y eso os contaré. Finalmente pude leer este manga, aunque ya veo que la nueva saga va para largo. Me sigue dando muy mal rollo el origen de la quinta generación de dragon slayers, los dragon eaters. Y me parece injusto que ellos no se mareen en los vehículos. Espero hacerme pronto con el tercero, aunque ya informo: ¡Van a hacer anime! Qué ganas tengo de verlo. ¡Hasta la próxima!
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