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lunes, 27 de abril de 2020

Bakemonogatari #2

¡Buenas tardes, minna!

Al fin retomo esta saga. La verdad es que estuve un tiempo queriendo comprar el siguiente tomo, pero en la página de Milky Way estaba sin stock y no lo encontraba en tienda. Al final lo compré en Madrid, en Omega Center, una tienda que tiene muchísimos números disponibles. ¡Comenzamos!


Título: Bakemonogatari
Saga: Bakemonogatari #2
Historia original: NisiOisiN
Traducción: Maite Madinabeitia
Dibujo: Oh!Great
Diseño de personajes: Vofan
Editorial: Milky Way Ediciones
Género: Shonen
Páginas: 192
ISBN: 978-84-17373-80-1
Precio: 8,50 €

Los monstruos están entre nosotros. En todo momento. Y en todo lugar.

Koyomi Araragi solo le puede mostrar el camino. Debe ser la propia Hitagi Senjôgahara, la joven que había perdido el peso, quien tenga que aceptar su sufrimiento para no desaparecer mientras avanza...

De acuerdo, retomemos la historia. Tras descubrir que Senjôgahara había perdido su peso corporal por culpa de un dios cangrejo, una anomalía sobrenatural, Araragi la llevó a la casa de Oshino, el hombre que le ayudó cuando fue convertido en vampiro.

Sin embargo, el ritual termina mal cuando el cangrejo se vuelve contra la chica, pero Oshino lo detiene y está dispuesto a matarlo. Sintiéndose culpable, Senjôgahara se disculpa ante la criatura y le pide de vuelta su peso, así como el lazo con su madre.

Días después, la joven decide devolverle el favor a Araragi, que no sabe muy bien qué pedir y no deja de discutir con ella por darle ideas cada vez más obscenas. Lo que ninguno espera es encontrarse con Mayoi Hachikuji, una niña que no encuentra una dirección y cuyo problema puede deberse a una anomalía.

Y esa es más o menos la historia. El tomo comienza don Oshino a punto de matar al cangrejo, pero Senjôgahara lo detiene y se arrodilla ante la criatura, suplicándole que le devuelva la carga que tan egoístamente le dio. Días después, la joven recupera totalmente su peso, pero siente que le debe un favor a Araragi.

Justo durante el día de la madre, ambos se encuentran en el parque. Ella aún no ha contactado con la suya; y él, pese a tener planes familiares con sus padres y sus dos hermanas, no se siente a gusto con tanta gente. Mientras Senjôgahara le ofrece diversas formas, cada cual más depravada, de devolverle el favor, Araragi se fija en una niña que se ha detenido ya varias veces en el mapa de la ciudad.

Con intención de ayudarla, el chico se acerca y se presenta, momento en el que todo se tuerce. Como bien le dijo Oshino, los nombres son muy importantes. Por ese motivo, se ve inmerso en la anomalía que rodea a la niña, que, tras atacarle y quedar K. O. por un golpe del chico, se presenta como Mayoi Hachikuji.

Hachikuji es incapaz de encontrar la casa de su madre, pese a tener la dirección. Araragi decide ayudarla y, valiéndose del favor que le debe Senjôgahara, también arrastra a la chica, que aprovecha para recorrer el antiguo barrio en el que vivía. Mientras deambulan buscando una dirección que no consiguen encontrar, Araragi cuenta su historia y la de aquellos que le rodean.

Como veis, es un tomo bastante intermedio, que nos separa dos casos distintos. Senjôgahara ya no está maldita, pero algo la une a Araragi y quiere ser su amiga, aunque no duda en burlarse muchísimo de él. El chico, por otro lado, piensa en todo lo que ha pasado desde que se convirtió. Por ese motivo, descubrimos la historia sobre su pasado y cómo le ayudó Oshino.

Araragi, que siempre buscó estar solo, ser un individuo aparte de la sociedad, consiguió lo que quería: dejó de ser humano para convertirse en un monstruo. Sin embargo, su condición le hacía depender de la sangre y, por tanto, de los humanos, algo que rompió el equilibrio que había logrado. Además, desde que formó parte de una anomalía, las demás vienen a él, como el caso de Senjôgahara o de Hanekawa, poseída por un gato fantasma.

Ahora es el turno de ayudar a Mayoi Hachikuji, una niña que es incapaz de llegar a su destino y que se llama a sí misma “ caracol perdido”. La verdad es que su anomalía no es tan grave como parece ser, aunque los efectos del caracol y la distorsión de la realidad que la rodea está muy bien dibujado y da una impresión bastante turbia.

En temas de dibujo, es un Shonen bastante fuerte, más en el sentido del contenido adulto que en sangre. En gran parte del tomo, la expresión de Araragi es la máxima representación de la depravación, algo que no le da puntos como protagonista al que querer. Entre eso y sus constantes disculpas de “menos mal que no me gustan las niñas” da mal rollo.

Y eso os contaré. Ya quería seguir esta saga pero nunca encontraba el momento. Eso sí, ahora tengo este tomo y el siguiente, así que no esperaré mucho para traeros la siguiente reseña. No sé cuántos tomos son, pero rezo porque pocos jajaja. ¡Nos vemos!

 

Nota: 5/6


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1 comentario:

  1. Buenaas!
    Aiss pues no se si me anime con él pero me alegro de que lo hayas disfrutado ^^
    Gracias por la reseña <3

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