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lunes, 22 de junio de 2020

Museum. The serial killer is laughing in the rain #1

¡Buenas tardes, minna!

Hoy os traigo la primera entrega de una trilogía que conozco desde hace mucho. Tuve durante un tiempo el primer tomo en mi poder, pero me tocó usarlo como regalo y el sustituto tardó mucho en llegar jajaja. Aun así, ya tengo las tres entregas, así que lo iré leyendo rápido. ¡Comenzamos!


Título: Museum. The serial killer is laughing in the rain
Saga: Museum. The serial killer is laughing in the rain #1
Guión: Ryousuke Tomoe
Traducción: Maite Madinabeitia
Dibujo: Ryousuke Tomoe
Editorial: Norma Editorial
Género: Seinen
Páginas: 232
ISBN: 978-84-679-2210-3
Precio: 9,50 €

Un sanguinario asesino tiene en vilo a la policía, que no posee ninguna pista sobre su identidad, sus motivos o ni siquiera quién puede ser su próxima víctima. Tan solo se sabe que oculta su rostro tras una macabra máscara en forma de rana y que sus métodos son extremadamente violentos.

De acuerdo, comenzamos la historia. El sargento Hisashi Sawamura está pasando por un mal momento. Su mujer y su hijo se han ido de casa porque es un mal padre y antepone su trabajo a todo. Para colmo, un extraño asesinato entra en escena: la víctima, una chica joven, ha sido encadenada y devorada viva por perros agresivos. Y, en el estómago de uno de los perros, una nota: 'Condenada a ser comida por perros'.

Aunque al principio parece un caso aislado, la siguiente víctima presenta un patrón semejante. Era un chico que vivía encerrado en casa y a costa de su madre. Cuando lo encuentran, ha sido despedazado lentamente hasta que las partes cortadas han pesado tanto como él al nacer. Y su nota: 'Condenado a sufrir el dolor de una madre'.

Poco a poco, la relación entre las dos víctimas y las siguientes estarán claras, pero no hay sospechosos y las pocas pistas no llevan a ningún destino. La vida de Sawamura cambiará completamente cuando su propia familia puede sufrir un ataque de este asesino maníaco, cuyas motivaciones de primeras parecen las de un justiciero psicópata.

Y esa es más o menos la historia. El manga comienza con el escenario de la primera víctima. Sawamura, un sargento de la 1ª división de la policía metropolitana, es uno de los encargados de investigar el caso. Junto al agente Nishino y al inspector Sekihata, analizan la escena: una joven encadenada dentro de un almacén abandonado y devorada por tres perros rabiosos. Aunque no hay huellas ni ninguna pista que seguir, uno de los animales vomita en la protectora de animales y encuentran una nota: 'Condenada a ser comida por perros'.

Siguiendo la vida de la víctima, descubren que tuvo que dejar a su perro en una perrera para poder independizarse con su novio, el cual es alérgico. Este patrón los hace suponer que el asesino es un justiciero psicópata, que lleva cualquier acto al nivel de un crimen imperdonable. Por ello, va a ser muy difícil de rastrear.

La segunda víctima es un joven que vivía encerrado en su cuarto y vivía a costa de su madre. El asesino lo secuestra y el va cortando partes de su cara, pesándolos hasta que lleguen a valer tanto como lo que pesó él al nacer. Su condena: 'Condenado a sufrir el dolor de una madre'. Sin embargo, esta segunda víctima les permite encontrar un nexo con la primera.

Tiempo atrás, un hombre fue condenado a muerte por raptar a una niña y conservarla en resina. El caso fue muy sonado y, de las nueve personas del jurado, seis votaron por la condena. Las dos víctimas eran parte de esos seis a favor, pero Sawamura ve más allá que eso: su mujer, que se fue de casa días antes con su hijo, también estaba en ese grupo.

Y ahí es cuando el caso realmente se pone interesante. Me ha gustado el hecho de que, además de seguir la investigación, también vemos cómo interactúa el asesino con sus víctimas. Su apariencia general es botas de goma, un chubasquero y una macabra máscara de rana. Es metódico, analiza a sus víctimas con tiempo y siempre va un paso por delante de la policía. Para colmo, la hipótesis de que es un justiciero se tambalea, aunque tampoco parece que ser un acto de venganza.

Sawamura, nuestro protagonista, es un policía muy enfocado en su trabajo. Sin embargo, esto hace que su mujer termine harta y se marche con su hijo de tres años. Desde entonces, el hombre duerme mal, tiene pesadillas y está alterado. Cuando su mujer pasa a ser un objetivo y a él le echan del caso, intenta seguir por su cuenta, sin saber lo cerca que está del asesino.

En temas de dibujo, es un Seinen policial en toda regla. Ya de primeras quiero avisar de que contiene escenas sangrientas nada recomendables para lectores sensibles. Cada uno de los asesinatos (porque hay más) presenta una situación distinta, con una forma de matar que siempre tiene relación con la nota condenatoria. La verdad es que la trama está muy bien y llama la atención, aunque no sé cómo van a alargarla tres tomos sin que se haga pesada.

Y eso os contaré. De primeras, es una historia atrayente, con ese toque oscuro y macabro que me gusta. He de admitir que los asesinatos son muy cruentos. El asesino se los curra mucho, la verdad. Pronto leeré el segundo y os cuento cómo sigue. ¡Nos vemos!



Nota: 6/6


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