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domingo, 23 de mayo de 2021

The Wicked + The Divine. Fase imperial: Primera parte #5

¡Buenas tardes, minna!

Finalmente he podido seguir con TW+TD, que ya le tenía ganas. Después del bajón del tercer cómic, el cuarto retomó y este ha sido una transición para el nuevo caos que se acerca. Ahora os cuento más. ¡Vamos allá!


Título: The Wicked + The Divine. Fase imperial: Primera parte
Saga: The Wicked + The Divine #5
Guión: Kieron Gillen
Traducción: Uriel López
Dibujo: Jamie McKelvie
Color: Matthew Wilson
Entintado: Clayton Cowles
Diseño original: Hannah Donovan
Editorial: Norma Editorial
Género: Fantasía / Juvenil
Páginas: 200
ISBN: 978-84-67937-60-2
Precio: 18,00 €

A principios de 2015, los miembros del Panteón aún están asimilando las implicaciones del asesinato de Ananké. Con todo, siguen fieles a sus aficiones: el sexo, el alcohol, las fiestas, las drogas, la pose de estrellas “pop” y una inclinación invencible a conspirar unos contra otros. En este volumen, la Gran Oscuridad se manifiesta al fin creando un clima de apocalipsis inminente y sembrando la discordia en el seno del Panteón. Como broche de oro, un episodio concebido íntegramente como si fuese una revista de tendencias.

De acuerdo, comenzamos con la trama. Tras la muerte de Ananké a manos de Perséfone, el Panteón está descontrolado. El asesinato de la que fue su maestra, y también su verdugo, ha sido encubierto como un accidente y Baal ha tomado el mando de sus compañeros.

Sin embargo, las últimas palabras de Ananké son una pesada losas sobre sus espaldas. La Gran Oscuridad que va a venir puede ser cierta o no. Esa duda está separando a los dioses, cuyas rencillas personales aún no se han resuelto. Y la primera víctima sobre la que echar todas las culpas es Woden, cuya implicación fue directa en la construcción de la máquina con la que se iba a sacrificar a Minerva.

Cuando finalmente los dioses deciden tomar una posición, se crean tres bandos: uno de ellos se enfrentará a la Gran Oscuridad, cuya manifestación ha tomado forma. El segundo grupo prefiere estudiar todo antes de actuar, ya que hay muchas dudas por resolver. El tercero aboga por la anarquía.

Y esa es la trama de este cómic. La verdad es que es una historia de transición total, ya que apenas desentrañamos nada de lo que está ocurriendo. Después de que Perséfone, una diosa que no debería haber aparecido, asesina a Ananké en un arrebato de venganza, el caos cunde en el Panteón. Ninguno sabe a ciencia cierta si esa Gran Oscuridad que anunciaba la anciana era verdad o no, y también empiezan a dudar sobre si tienen que morir pasados los dos años.

Mientras tanto, las rencillas entre dioses estallan. Woden, el dios nórdico narcisista y depravado, era el ayudante de Ananké y el creador de muchas de sus máquinas misteriosas. A base de amenazas y tortura, Perséfone y Urdr consiguen que colabore, aunque siguen sin saber para qué sirve la extraña máquina de sacrificio que iban a usar con Minerva.

Baal, por otro lado, ha tomado el mando e intenta mantener la calma con la sociedad. De un tiempo a esta parte, unas oscuras criaturas han aparecido en la ciudad e intentan llevarse a Minerva. Para los que no creían en la Gran Oscuridad, esos seres son la prueba viviente de que una peligrosa amenaza se acerca. Perséfone, que en un principio finge formar parte de una familia con Baal y Minerva, cede ante la presión y les abandona.

A su vez, las Nornas, Dioniso y Woden han decidido hacer un experimento. A base de fiestas permanentes y poder divino, buscan encender una chispa en la humanidad que les sirva de apoyo y les permite seguir viviendo, sin saber realmente a dónde llegarán en su investigación. Morrigan y Baphomet, por su parte, se han ido al Inframundo y pasan olímpicamente de todos, igual que Sakhmet, cuya única función es vivir a su aire.

En este tomo vemos un montón de reflexiones y teorías sobre lo que está ocurriendo, así como el comportamiento de los dioses en función de si ya se han reencarnado alguna vez o es su primera aparición. Sin la guía de Ananké, a pesar de ser una traidora mentirosa, ninguno de ellos sabe cómo han de actuar o enfrentarse a la situación que se les presenta. Unido al odio entre algunos y las dudas sobre lo que decía la anciana, no consiguen ponerse de acuerdo.

Una cosa que me ha parecido muy original de este cómic es el comienzo. Las primeras páginas, a modo de revista, nos traen entrevistas a algunos de los dioses, como Morrigan, Baal o Lucifer. Este principio le da un toque de frescura al cómic y, además, viene bien para recordar lo que pasó en los anteriores

Y eso os contaré. La verdad es que este tomo, aunque sea transitorio, ayuda a comprender cómo se sienten todos los personajes. Vemos miedo, incertidumbre, rencor y muchos traumas ocultos. Espero poder leer el siguiente pronto, más que nada para tener todo fresco y sin necesidad de revisar lo anterior. ¡Nos vemos!



Nota: 4/6




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