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lunes, 11 de noviembre de 2019

Canis —Dear Mr. Rain—

¡Buenas tardes, minna!

La verdad es que este manga me lo regaló una amiga y no tenía muy claro de qué trataba. El título, hasta que no he leído las notas de autor, tampoco decía gran cosa. Eso sí, la historia me ha enamorado. ¡Vamos allá!


Título: Canis —Dear Mr. Rain—
Saga: Canis #1
Guión: ZAKK
Traducción: Agnès Pérez Massegu
Dibujo: ZAKK
Editorial: Milky Way Ediciones
Género: Yaoi
Páginas: 210
ISBN: 978-84-17373-87-0
Precio: 8,50 €

Es una sensación muy curiosa... “Amor a primera vista”.

Satoru, un sombrerero de fama internacional, se siente feliz de poder trabajar en su humilde tienda lejos del centro de atención. De camino a casa, tropieza con Ryô, un joven que yace inconsciente bajo la lluvia y el frío, de modo que decide ayudarle. Para devolverle el favor, Ryô acepta trabajar durante los próximos dos días en la tienda de Satoru, después de lo cual cumplirá su objetivo: morir.

De acuerdo, comenzamos con la historia. Desde pequeño, Satoru siempre ha creído en los cuentos que le contaba su abuela. Sobre todo en un en especial: Si un ángel te toca en la cabeza, mueres; pero si lo haces dos veces, sigues viviendo. Desde entonces, satoru es un sombrerero de prestigio y trabajador, cuyo objetivo es proteger la cabeza de la gente.

Un día antes de un gran evento, Satoru se ve obligado a buscar un empleado más para su tienda. Pese a tener productos muy reclamados, solo tiene a A-Ko como segunda al cargo y a B-O como novato, y la chica está desesperada porque no puede atender ella todo sola. De camino a casa la noche anterior, Satoru se encuentra con un chico tirado en el suelo, muerto de hambre. Sin saber por qué, decide llevarle a su casa.

Ryô, que es el nombre del chico, decide ayudarle en la tienda durante el evento como agradecimiento, pero al día siguiente desaparecerá para cumplir el objetivo con el que vino a Japón: morir. Aunque Satoru cree que es una broma, la inocencia del chico y su mirada derrotada dicen algo distinto. Sin saber, empieza a sentir algo por Ryô, pese a saber que en dos días no volverán a verse.

Y esa es más o menos la historia. Satoru es un chico que se encarga de hacer sombreros. Aunque es famoso por su calidad de trabajo, también es conocido por ser muy exigente con sus trabajadores, que siempre terminan dimitiendo. Con el objetivo de sobrepasar a la sombrerería de Gotô, un antiguo compañero de universidad de Satoru y rival, el chico ha organizado un evento en la tienda, pero solo tiene a A-Ko, cada vez más desesperada, y a B-O, completamente desorientado, como ayudantes.

De camino a casa, choca sin querer con un chico que está tirado en el suelo, incapaz de moverse por el hambre. Sin saber muy bien por qué, Satoru le lleva a su casa y le da de comer. El chico, que se llama Ryô, es de Nueva York, pese a tener sangre japonesa, y ha venido a Japón por un motivo: a entregar un objeto a un hombre que le matará después. Aunque Satoru cree que es broma, la forma de ser de Ryô no cuadra con la de alguien que mienta.

Como agradecimiento, Ryô se ofrece para ayudar a Satoru en la tienda durante el evento, pero al día siguiente desaparecerá y no volverán a verse. El chico es guapo y le sientan bien todos los sombreros, por lo que causa furor entre los clientes y el día termina bien. A la mañana siguiente, Satoru le entrega un paraguas, ya que han dado lluvia, pero Ryô lo rechaza diciendo que no lo necesitará nunca más. Aunque esa parece la despedida definitiva, la cual afectará mucho a Satoru aunque no quiera admitirlo, el camino de los dos chicos volverá a cruzarse.

La verdad es que la historia me ha sorprendido por todos los toques graciosos que tiene. En contraposición a Satoru, que suele ser borde y finge ser profesional todo el tiempo, A-Ko es la encargada de ponerle en posición dentro de la tienda y no duda en amenazarle cuando algo no sale como ella quiere. Después tenemos a Ryô, que es muy servicial, atento, inocente y con cara de perrito adorable (por ahí van los tiros del título).

Sin embargo, no todo es tan sencillo. Entre escenas vemos noticias del telediario donde se habla que una mafia de Nueva York ha sido desmantelada. Aunque de primeras no parece tener relación, pronto nos cuentan el pasado de los dos chicos: quién es realmente Ryô y por qué quiere morir; y cómo perdió Satoru la sensibilidad en una de sus manos. Además, entendemos los traumas de Ryô y el motivo por el cuál es tan servicial, incluso cuando necesita descansar. El tira y afloja emocional entre ambos, para colmo, es bastante tenso a veces.

En tema de dibujo, nos encontramos con un Yaoi de momento light en el que se mezcla la historia de los dos chicos con su pasado y un montón de escenas graciosas. El dibujo tan pronto es realista y serio como pasa a ser de animación, más cómico y con expresiones exageradas. La verdad es que el diseño de los dos chicos me gusta, pero doy la razón a la trama cuando se recalca muchas veces que Ryô es muy guapo.

Y eso os contaré. Por lo que he visto, son cinco tomos y han sacado en español ya tres, así que los iré comprando poco a poco porque me ha gustado. Me da un poco de miedo cómo puede torcerse la historia, pero espero que solo sean temores míos. ¡Nos vemos!



Nota: 6/6


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1 comentario:

  1. ¡Me lo anoto! Suena interesante, solo por el hecho de que el prota es un sobrerero y me encanta ese personaje en Alicia en el país de las maravillas. xD ¡Abrazos!

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